Según el Ministerio de Industria la mayoría de inmuebles pierden energía, concretamente más de un 80% son los que obtienen la calificación E, F o G en el ceetificado energético. Esto viene a decir que ‘suspenden’ la nota.
Hasta finales del pasado año se habían contabilizado más de un millón de certificados, pero la mayoría en vivendas construidas antes de 2007 cuando entra en vigor el nuevo código técnico de edificación. Por este motivo se explica la mala nota de tanto inmueble examinado. El boom inmobiliario fue anterior a este nuevo código que es mucho más exigente. También se explica en la poca inverdión en instalaciones renovables, factor que puntúa muy favorablemente. Se construyó mucho y mal, importaba más la cantidad que la calidad y ahora se ve claramente reflejado en estos pobres resultados.
Mayor preocupación manifiesta el IDAE cuando dice que lo malo no es que suspendan edificios que no estaban preparados para este examen sino que lo sigan haciendo o aprueben de forma raspada inmuebles de nueva construcción. Según esta misma fuente, de más de 13000 edificios nuevos que se les ha hecho el certificado, un 42% obtiene una E o inferior y un 33% ha obtenido el aprobado raspado con un rango D.
El otro coeficiente que miden los cerificados además del grado de eficiencia energética es el de las emisiones y también es para estar preocupados pues sigue estando por encima del 80% el nivel de suspensos. Queda mucho por hacer en este sentido, afirman desde el IDAE.
Los políticos añaden reformas en este sentido sobre todo cuando se acercan elecciones, todo sea por el bien del país y para reducir la dependencia que en materia de energía tiene sobre los paises proveedores. Es muy habitual oirlos hablar de fuertes inversiones para reformar el parque público de edificios y reducir sus emisiones de CO2.
Va a hacer dos años ya que es obligatorio realizar el certificado de eficiencia energético para todo inmueble que vaya a ser alquilado o vendido. El certificado ha de ser realizado por un técnico competente en la materia, estos son arquitectos e ingenieros. Debe incluir una serie de recomendaciones para mejorar la calificación, siempe que éstas sean económicamente viables, pero se quedan en recomendaciones; no es obligatorio que el propietario o promotor realice reforma alguna.