Realmente el mantenimiento de placas fotovoltaicas es una tarea bastante sencilla pero es importante llevarlo a cabo con regularidad para optimizar su rendimento.
Las placas fotovoltaicas están formadas por un conjunto de celúlas muy resistentes a la intemperie y habitualmente es la propia lluvia la encargada de limpiar su superficie. En climas donde la lluvia sea escasa será suficiente limpiar manualmente las placas para quitarles el polvo ya que puede perjudicar la recepcíon de luz solar y en consecuencia hacer que disminuya la captación de energía llegando a dismunuir su eficacia hasta un 15%. Agua sin demasiada presión y una esponja serán suficientes para llevar a cabo la limpieza. Esta labor habría que realizarla una o dos veces al año.
En zonas donde sea posible la acumulación de nieve en la superficie se debe tener en cuenta a la hora de realizar la instalación que la placa tenga una inclinación mínima de un 15%. Esta nieve cuando se derrita hará las funciones propias de limpieza de la placa de forma natural.
Además de la limpieza de las superficies expuestas de las placas fotovoltaicas, es necesario tambíen hacer un mantenimiento de los sistemas de acumulación de las mismas. Lo recomendable es mensualmente observar el nivel de electrolito para rellenar con agua destilada en caso de que fuese necesario y limpiar los bornes de las baterías con bicarbonato secándolos con un paño seco. Este mismo procedimiento de limpieza habría que hacerlo también de los terminales de conexión existentes cada dos o tres meses.
Además del mantenimento, estas placas poseen una garantía del fabricante que suele ser de tres tipos:
Garantía de producción: asegura un rendimiento mínimo a lo largo de la vida útil de la placa que suele estar establecido en un 80% hasta los 25 años.
Garantía adicional: parecida a la anterior pero referida a un periodo de 10 años y un 90% de rendimiento mínimo de potencia nominal. Esta garantía no la ofrecen todos los fabricantes.
Garantía de mano de obra: referida a la posibilidad de que la placa esté defectuosa y suele cubrir los primeros 5 años desde la compra.