Hay que tener muy en cuenta la importancia del aislamiento de las ventanas a la hora de aumentar la eficiencia energética de nuestra vivienda. De hecho, es un factor crucial si lo que se pretende es mantener la temperatura confortable en el interior en cualquier estación del año. Y de esta forma, no sólo nos puede aportar la mejora que buscamos en el aspecto climático sino también en el acústico ya que puede reducir notablemente los ruidos de la gente o del tráfico de vehículos procedentes de la calle.
Además de esto, otro factor muy importante a la hora de buscar la mejor eficiencia de las ventanas de nuestra vivienda es su sistema constructivo ya que de ahí también va a depender en gran medida la mayor o menor hermeticidad de los huecos. Las ventanas abatibles son más herméticas que las de corredera ya que estas últimas al deslizarse por una guía no cierran en todo el perímetro de la hoja.
El tipo de vidrio será el tercer factor decisivo que debemos tener en cuenta ya que en función de qué sistema utilicemos obtendremos una mayor capacidad de aislamiento de las ventanas. Hoy en día se construyen hojas hasta con triple cristal y dos cámaras de aire en su interior.
También el grueso del vidrio es un elemento que influye a la hora de retener dentro de la vivienda la temperatura. En este sentido, cuanto más grueso sea el vidrio mayor será la capacidad de retener tanto el frío como el calor.
El PVC y la madera son los materiales que más se recomiendan para la construcción del marco de la ventana ya que tienen la capacidad de no actuar como puente térmico, esto quiere decir que no transmiten la temperatura entre el interior y el exterior de la vivienda.